Vistas de página en total

lunes, 24 de marzo de 2014

La Ciencia, la Falsabilidad y la Pseudociencia



Acerca de las ideas de verdad y error, falsabilidad y pluralismo crítico, en Karl Popper
 (Karl Popper Nació en Viena el  28 de Julio de 1902. Murió el  17 de Septiembre de 1994)

¨Popper no fue un inventor: Ha trascendido porque tuvo el sentido de la oportunidad suficiente para lanzarse  contra la corriente de su época y elaborar una suerte de teoría de la verdad y la tolerancia en tiempos de intolerancia y mentira.
Fundamentó sus tesis en la idea de acercamiento a la verdad y alejamiento del error por medio de la falsabilidad. Su distinción ente ciencia y seudociencia causó natural escozor entre los dogmáticos de todos los frentes: Es seudocientífica una   idea cuando se apoye en afirmaciones que se juzgan categóricas, definitivas e incuestionables. ¨Una teoría que no es refutable por ningún suceso concebible,  no es científica¨. En consecuencia, concluyó que la irrefutabilidad no es una virtud de una teoría, como suele creerse, sino, por el contrario, un vicio.
La responsabilidad del hombre de ciencia consiste en exponer sus tesis  a condiciones límites, a experimentos en los que se pusieran a prueba afirmaciones que se han creído definitivas. Defensor persistente del pluralismo crítico, retomó las lecciones de los maestros que a lo largo de la historia de la filosofía han enseñado a despojar las ideas de la ciencia de rigidez excesiva y de formalismo innecesario. La sinonimia entre hipótesis y conjetura quedó resaltada en su crítica a todos aquellos que han querido atribuirle a lo científico un carácter de certeza absoluta, cuando las ideas deben circular con libertad y provisionalidad, como aproximaciones sucesivas y continuas a la verdad, mas no como la verdad misma. Lo científico, según Popper, no puede sostenerse si no puede  ser refutado, puesto que ¨lo que no es refutable tiene que ver con la magia o la mística¨.
Para Popper, la tarea del sabio debería consistir no tanto en demostrar la fortaleza de una teoría, sino más bien en someterla a una crítica tan rigurosa, tan implacable, que incluso pueda llegar a destruirla mediante la multiplicación de los experimentos dirigidos a establecer su falsedad. Y sólo en el momento en  que la teoría  supere todas las pruebas posibles podría llegar a calificársele de verdadera, pero con la condición de que en cualquier instante pueda llegar a ser sustituida gracias a la sucesión de pruebas, verificaciones y búsqueda de errores.
Popper fue un crítico de las ideologías. En su obra más conocida ¨La sociedad abierta y sus enemigos¨, cuestionó a Platón, Marx y Hegel. A los tres los puso contra la pared y los acusó de ser los enemigos de la sociedad abierta, como fabricantes de ideologías, que suprimen la capacidad de reflexionar. Por eso llegó a sostener que los ideólogos han obtenido éxito al hacerles creer a los espíritus sencillos que el mundo puede comprenderse repitiendo fórmulas rituales envueltas en un aire vagamente científico.
La aportación más valiosa  de Popper, desde el punto de vista ético, se centra en su concepto de búsqueda de la verdad y el sentido  con espíritu de tolerancia y con una aceptación constante de la otredad o alteridad racional, en cuanto a que el interlocutor también pueda tener razón(Tomado de Literario Dominical, 17-03-02 y escrito por Juan José García Posada. Página 2-3)

¨Sencillamente no hay vuelta atrás. Nos guste o no, estamos  atados a la ciencia. Lo mejor sería sacarle el máximo provecho. (…)
Pero la superstición y la pseudociencia no dejan de interponerse en el camino para distraer, proporcionando respuestas fáciles, evitando el escrutinio escéptico, apelando a nuestros temores y devaluando la experiencia, convirtiéndonos en practicantes rutinarios y cómodos además de víctimas de la credulidad. Sí, el mundo sería más interesante si hubiera ovnis al acecho en las aguas profundas de las Bermudas tragándose barcos y aviones, o si los muertos pudieran hacerse con el control de nuestras manos y escribirnos mensajes. Sería fascinante que los adolescentes fueran capaces de hacer saltar el auricular del teléfono de su horquilla sólo con el pensamiento, o que nuestros sueños pudieran predecir acertadamente el futuro con mayor asiduidad que lo que puede explicarse por la causalidad y nuestro conocimiento del mundo.
Todos esos son ejemplos de pseudociencia. Pretenden utilizar métodos y descubrimientos de la ciencia, mientras que en realidad son desleales a su naturaleza, a menudo porque se basan en pruebas  insuficientes o porque  ignoran claves que apuntan en otra dirección. Están infestados de credulidad. Con la cooperación desinformada de periódicos, revistas, editores, radio, televisión, productores de cine y similares, esas ideas se encuentran fácilmente en todas partes.
La pseudociencia es más fácil de inventar que la ciencia, porque hay una mayor disposición a evitar confrontaciones perturbadoras con la realidad que no permiten controlar el resultado con la comparación. Los niveles de argumentación, son mucho más relajados. En parte es mucho más fácil presentar al público en general la pseudociencia que la ciencia.
La pseudociencia colma necesidades emocionales poderosas que la ciencia suele dejar insatisfechas. Proporciona fantasías sobre poderes personales que nos faltan y anhelamos. En algunas de sus manifestaciones ofrece una satisfacción del hambre espiritual, la curación de las enfermedades, la promesa de que la muerte no es el fin.
En el corazón de alguna pseudociencia se encuentra la idea de que el deseo lo convierte casi todo en realidad.¨
 (Carl Sagan. El Mundo y sus demonios. Bogotá, Planeta, 1997.) 

PREGUNTAS AL TEXTO PARA FACILITAR SU COMPRENSIÓN Y ESCRITURA DEL MISMO

1.       Consulte sobre la vida y obra de Karl Popper: importancia y actualidad de su pensamiento con respecto a la ciencia.
2.       ¿Qué opina Popper, acerca de la irrefutabilidad de una teoría (científica o no científica)?
3.       ¿Qué es el pluralismo crítico?
4.       Exprese lo que el autor quiere decir, en la siguiente expresión: “las ideas deben circular con libertad y provisionalidad, como aproximaciones sucesivas y continuas a la verdad, mas no como la verdad misma.”
5.       Según Karl Popper, ¿Qué es la ¨sociedad abierta¨? ¿A quiénes critica  por ser  sus enemigos y Por qué?
  1. ¿Cuál es el gran aporte de Popper, en lo ético? Explique
  2. ¿Cómo podríamos definir la superstición y la pseudociencia?
  3. Explique la diferencia entre Ciencia y Pseudociencia, según Carl Sagan, y relaciónelas con nuestra actitud.
  4. Cuál es el método que sigue la ciencia (defina y explique  brevemente)
  5. Relacione: ¿Qué tienen  que ver la verdad, la tolerancia, la otredad con la ciencia y sus métodos? Explique brevemente.
  6. Exprese su opinión, del siguiente párrafo: ¨, el mundo sería más interesante  si hubiera ovnis al acecho en las aguas profundas de las Bermudas tragándose barcos y aviones, o si los muertos pudieran hacerse con el control de nuestras  manos y escribirnos mensajes. Sería fascinante que los adolescentes fueran capaces de hacer saltar el auricular del teléfono  de su horquilla solo con el pensamiento, o que nuestros sueños pudieran predecir acertadamente el futuro con mayor asiduidad que lo que  puede explicarse  por la causalidad y nuestro conocimiento del mundo.¨
  7. ¿Quién es (fue) Carl Sagan?
NOTA: presentar en forma de trabajo escolar y por parejas. A mano y originales, es decir, sin repetir lo de los demás (no copiar).

sábado, 15 de marzo de 2014

LAS FORMAS DEL CONOCIMIENTO




El Problema de la intuición y su historia

¿Además de un conocimiento racional hay un conocimiento de otra especie, un conocimiento intuitivo, en oposición al  discursivo racional? Es la cuestión de  LAS FORMAS DEL CONOCIMIENTO HUMANO.

¨Conocer  significa aprehender espiritualmente un objeto. Esta aprehensión no es por lo regular un acto simple, sino que consta de una pluralidad de actos. La conciencia cognoscente necesita  dar vueltas, por decirlo así, en torno a su objeto, para aprehenderlo realmente. Pone su objeto en relación con otros, lo compara con otros, saca conclusiones, etc.
La conciencia cognoscente se sirve de las más diversas operaciones intelectuales. Se trata siempre de un conocimiento mediato, discursivo. Esta  última expresión es  singularmente exacta, porque la conciencia cognoscente se mueve, en efecto, de aquí para allá.

Ahora bien: cabe preguntar si hay un conocimiento inmediato además del mediato, un conocimiento intuitivo además del  discursivo.
El conocimiento intuitivo consiste, como dice su nombre, en conocer viendo. Su peculiar índole consiste  en que en él se aprehende inmediatamente el objeto, como ocurre sobre todo en la visión. Aprehendemos inmediatamente, en efecto, todo lo dado en la experiencia externa o interna. Inmediatamente percibimos el rojo o el verde que vemos, el dolor o la alegría que experimentamos. Pero, cuando se habla de la intuición no se piensa en esta intuición sensible, sino en una intuición no sensible, espiritual.
Cuando, por ejemplo, comparamos el rojo y el verde y pronunciamos el juicio: ¨el rojo y el verde son distintos¨, este juicio descansa en una intuición espiritual inmediata.
Aprehendemos de un modo inmediato, intuitivo, tanto lo inmediatamente dado de que parte nuestro conocimiento, como los últimos principios, que constituyen la base del mismo (El principio de contradicción, de causalidad, etc.). Es lo que se llama intuición formal.

La intuición material, en la cual no se trata de una mera aprehensión de relaciones, sino del conocimiento de una realidad ¨material ¨, de un objeto o un hecho suprasensible. Esta intuición material es la que llamamos intuición, en sentido propio y riguroso.
Esta intuición material puede ser de diversa índole. El ser espiritual del hombre  presenta tres fuerzas fundamentales: el pensamiento, el sentimiento y la voluntad. Son tres diversas tendencias o direcciones de la vida  psíquica humana. Conforme a esto debemos distinguir una intuición racional, otra emocional  y otra volitiva. El  órgano cognoscente es,  en la primera, la razón; en la segunda,  el sentimiento; en la tercera,  la voluntad.  En los tres casos hay una aprehensión inmediata  de un objeto y esto es justamente lo que pretende expresarse  con la palabra  ¨intuición.¨
Todo  objeto presenta  tres aspectos o elementos: esencia, existencia y valor. Por consiguiente, podemos hablar  de una intuición de la esencia,  una intuición de la existencia y una intuición del valor.
La primera coincide con la racional; la segunda, con  la volitiva; la tercera, con la emocional.

En Platón, las Ideas son percibidas  inmediatamente, intuidas espiritualmente por la razón. Se trata de una intuición material, pues lo que percibimos son determinados contenidos  espirituales, realidades  materiales. Esta intuición debe caracterizarse, además, como una intuición estrictamente racional. Pues es una función del intelecto, representa una actividad  rigurosamente teórica, intelectual.
La contemplación de Dios en Plotino, no es algo puramente racional, sino que está fuertemente empapada de elementos emocionales. Es una contemplación mística, en que no sólo tiene  parte el intelecto, sino también las fuerzas activas del hombre.
El pensamiento de una visión mística de Dios pasó de las obras de San Agustín a  la mística de la Edad Media. Ésta se presenta como  la adversaria de la escolástica intelectualista. Mientras ésta sólo admite un conocimiento discursivo racional, la mística defiende   el derecho  de la intuición, en especial de la intuición religiosa.  ¨El método frío, abstracto e  impersonal de la silogística, con sus rígidas formas, reglas y argumentos, no es para la mística  el ideal o el medio único para alcanzar la verdad. La mística ve  una fuente  de  verdad tan segura, si no superior, en las vivencias  y experiencias subjetivas, en la intuición subjetiva, en videre  (ver), sentire  (sentir) y experiri  (experiencia) espiritual, y en los sentimientos y deseos –en ocasiones  extraordinariamente intensos- que acompañan a las vivencias e intuiciones íntimas.¨
Unos (San Agustín, San Buenaventura) proclaman una visión  inmediata, mística de Dios. Otros (Santo Tomás), sólo admiten un conocimiento mediato, discursivo, racional, del mismo. Según aquellos, Dios puede ser experimentado y vivido  inmediatamente, puede ser visto espiritualmente; según  éstos, necesita ser demostrado.
El reconocimiento de la intuición como una fuente autónoma de conocimiento se encuentra también en Pascal  (también en Descartes, ¨pienso,  luego existo¨), que con su afirmación: le coeur a ses raisons, que la raison ne connai pas (el corazón tiene razones  que la razón no conoce), pone al lado del conocimiento por el intelecto un conocimiento por el corazón; al lado del conocimiento racional, un conocimiento emocional.

Para Kant (y otros filósofos) sólo hay un conocimiento discursivo racional.
Según Hume, ¨la fe, es mucho más propiamente un acto de la parte afectiva de nuestra naturaleza que de su parte pensante.¨
Un conocimiento intuitivo en el terreno religioso es enseñado en el siglo XIX por Fries y Schleiermacher. El primero,  distingue tres fuentes de conocimiento: el saber, la fe y el presentimiento. ¨Sabemos de los fenómenos, creemos en la verdadera esencia de las cosas, presentimos ésta en aquella. Fries define el presentimiento como ¨un conocimiento por puro sentimiento ¨. El presentimiento es, según esto, el órgano del conocimiento religioso.
Para cohen (escuela de Marburgo),  la intuición es una ilusión y, por ende,  la viva contradicción del pensamiento científico. Por eso no puede tomarse  nunca en consideración  como un medio metódico de conocimiento. Hay que mantener la exigencia de un método para el conocimiento.

El admitir o rechazar un conocimiento intuitivo junto al discursivo racional, depende ante todo de cómo se piense sobre la esencia del hombre. Quien ve en el hombre exclusiva  o preponderantemente un ser  teórico, cuya principal función es el pensamiento, sólo admitirá un conocimiento racional. Quien, por el contrario, ponga el centro de gravedad del ser humano en el lado emocional y volitivo, propenderá,  de antemano, a reconocer  en el hombre, junto a la forma discursivo-racional del conocimiento, otras clases de aprehensión  de objetos

domingo, 2 de marzo de 2014

ESENCIA DEL CONOCIMIENTO HUMANO





Objetivo: Reflexionar acerca de la esencia del conocimiento y su planteo: ¿Se encuentra el conocimiento en el Objeto o en el  Sujeto?

¿Es el objeto el que determina al sujeto, o el sujeto al objeto? Es la cuestión de la ESENCIA DEL CONOCIMIENTO  (El Objetivismo. El Subjetivismo. El Realismo. El Idealismo. El fenomenalismo).

LA ESENCIA DEL CONOCIMIENTO: El conocimiento representa una relación entre un sujeto y un objeto. El verdadero problema del conocimiento consiste, por tanto, en el problema de la relación entre el sujeto y el objeto. ¿Cuál es el factor determinante en el conocimiento humano? ¿Tiene éste su centro de gravedad en el sujeto o en el objeto?

Veamos las distintas posiciones al respecto:
  • El Objetivismo: Según éste, el objeto  es el decisivo entre los dos miembros de la relación cognoscitiva. El objeto determina al sujeto. Éste ha de regirse por aquél. El sujeto toma sobre sí en cierto modo las propiedades del objeto, las reproduce. Esto supone que el objeto hace frente como algo acabado, algo definido a la conciencia cognoscente. Esta es la idea central del objetivismo. Según él, los objetos son algo dado, algo que presenta una estructura que es reconstruida por la conciencia cognoscente.
Para el objetivismo, el centro de gravedad del conocimiento reside en el objeto; el reino objetivo de las Ideas o esencias es, por decirlo así, el fundamento sobre el que descansa el edificio del conocimiento.
  • El Subjetivismo: Trata de fundar el conocimiento humano en el sujeto. Para ello coloca el mundo de las Ideas, de las esencias, el conjunto de los principios del conocimiento, en el sujeto. En éste radica la verdad del conocimiento. Pero téngase en cuenta que con el sujeto no se quiere significar el sujeto concreto, individual, del pensamiento, sino un sujeto superior, trascendente.
Lo peculiar del conocimiento ya no consiste  en enfrentarse con un mundo objetivo, sino en volverse hacia aquel sujeto supremo. De él, no del objeto, recibe la conciencia cognoscente sus contenidos. Por medio de estos supremos contenidos, de estos principios y conceptos generales, levanta la razón el edificio del conocimiento (San Agustín). El conocimiento se halla fundado, por ende, en lo absoluto, en Dios.
Esta concepción también la encontramos en la filosofía moderna (el neokantismo): la idea central del subjetivismo se presenta aquí despojada de todos los accesorios metafísicos y psicológicos (escuela de Marburgo): el sujeto, en quien el conocimiento aparece fundado en último término, no es un sujeto metafísico, sino puramente lógico. Se significa con esto el conjunto de las leyes y los conceptos supremos de nuestro conocimiento. Éstos son los medios merced a los cuales la conciencia cognoscente define los objetos. Esta definición es concebida como una producción del objeto. No hay objetos independientes de la conciencia, sino que todos los objetos son engendros de ésta, productos del pensamiento.
Sólo hay un ser conceptual, mental, no un ser real, independiente del pensamiento (es un riguroso idealismo).

  • El Realismo: es aquella posición epistemológica según la cual, hay cosas reales, independientes de la conciencia.
En el realismo ingenuo, las cosas nos son dadas como producto o contenidos de la percepción. Identifica los contenidos de la percepción,  con los objetos. Las cosas son, según el realismo,  exactamente como las percibimos.
El realismo crítico: no cree que convengan a las cosas todas las propiedades  encerradas en los contenidos de la percepción, sino que es, por el contrario, de opinión que todas las propiedades o cualidades de las cosas que percibimos sólo por un sentido como los colores, los sonidos, los olores, etc., únicamente existen en nuestra conciencia. Estas cualidades surgen cuando determinados estímulos externos, actúan sobre nuestros órganos sensoriales. No tienen, pues,  carácter objetivo, sino subjetivo. Es menester, sin embargo, suponer en las cosas ciertos elementos objetivos y causales para explicar la aparición de estas cualidades. El hecho de que la sangre nos parezca roja y el azúcar dulce, ha de estar fundado en la naturaleza de estos objetos. 

  • El Idealismo: Éste sustenta la tesis de que no hay cosas reales independientes de la conciencia. Se divide en:
El idealismo subjetivo o psicológico: las cosas no son nada más que contenidos  de la conciencia. Todo su ser consiste en ser percibidas por nosotros, en ser contenidos de nuestra conciencia. Tan pronto como dejan de sr percibidas por nosotros, dejan también de existir. No poseen un ser independiente de nuestra conciencia. Nuestra conciencia con sus varios contenidos, es lo único real.
El idealismo objetivo: los objetos del conocimiento existen (engendrados)  como producto del pensamiento. Mientras el idealismo subjetivo ve en el objeto del conocimiento algo psicológico, un contenido de conciencia (y el realismo lo considera como algo real, como un contenido parcial del mundo exterior), el idealismo lógico lo tiene por algo lógico, por un producto del pensamiento.
Veamos un ejemplo: cogemos un pedazo de yeso. Para el realista existe el yeso fuera e independientemente de nuestra conciencia. Para el idealista subjetivo el yeso existe sólo en nuestra conciencia. Su ser entero consiste en que lo percibimos. Para el idealista lógico el objeto yeso no existe ni en nosotros ni fuera de nosotros; no existe pura y simplemente, sino que necesita ser engendrado. Pero tiene lugar por obra de nuestro  pensamiento. Formando el concepto de yeso, engendra nuestro pensamiento el objeto yeso. Para el idealista lógico, el yeso no es un objeto real ni un ser consciente, sino un ser lógico – ideal (¨El ser no descansa en sí mismo; el pensamiento es quien lo hace surgir¨. Escuela de Marburgo).
Para ambos idealismos, el objeto del conocimiento no es nada real, sino algo ideal.

  • El fenomenalismo: es un intento de reconciliación entre el realismo y el idealismo (Kant).
El fenomenalismo (fenómeno, apariencia) es la teoría según la cual, no conocemos las cosas como son en sí, sino como nos aparecen. Para el fenomenalismo hay cosas reales, pero no podemos conocer su esencia. Sólo podemos saber que las cosas son, pero no ¨lo que son¨. El fenomenalismo coincide con el realismo en admitir cosas reales; pero coincide con el idealismo en limitar el conocimiento a la conciencia, al mundo de la apariencia, de lo cual resulta inmediatamente la incognoscibilidad de las cosas en sí.
Cuando concebimos el mundo como compuesto de cosas que están dotadas de propiedades, o sea, cuando aplicamos a los fenómenos el concepto de sustancia; o cuando consideramos ciertos procesos como producidos por una causa, esto es, cuando aplicamos el concepto de causalidad;  o cuando hablamos de la  realidad, la posibilidad, la necesidad, todo esto se funda,  en opinión del fenomenalismo, en ciertas formas y funciones a priori del entendimiento, las cuales excitadas por las sensaciones, entran en acción independientemente de nuestra voluntad. Los conceptos supremos o las categorías que aplicamos a los fenómenos, no representan por consiguiente, propiedades objetivas de las cosas, sino que son formas lógicas subjetivas de nuestro entendimiento, el cual ordena con su ayuda los fenómenos y hace surgir de este modo ese mundo objetivo que, en opinión del hombre ingenuo, existe sin nuestra cooperación y con anterioridad a todo conocimiento.
El mundo en que vivimos es, dicho con otras palabras, un mundo formado por nuestra conciencia. Nunca podemos conocer cómo está constituido el mundo en sí, esto es, prescindiendo  de nuestra conciencia y de sus formas a priori. Pues tan pronto como tratamos de conocer las cosas, las introducimos, por decirlo así, en las formas de la conciencia. Ya no tenemos pues, ante nosotros la cosa en sí, sino la cosa como se nos aparece, o sea el fenómeno.
Esta teoría fue desarrollada por Kant.

PREGUNTAS AL TEXTO:

1.   Con base en la lectura anterior (esencia del conocimiento), haga un texto, tipo Ensayo, tratando de rodear argumentalmente los siguientes aspectos:

¿Son las cosas, como son?  ¿Como las percibimos o como las pensamos? ¿Qué es la Realidad? (para un realista, para un idealista, etc.).¿Cómo transforma la realidad una postura  desde el objetivismos y el subjetivismo?, etc.
2.   Establezca  diferencias  de  la posición filosófica del Subjetivismo, la posición filosófica del Idealismo y la posición filosófica del realismo,  contextualizándolas en el plano de la Ética, o sea, en el Acto Humano.
Esto quiere decir: ¿Actúan de la misma forma los hombres bajo una concepción u otra?  Explique