(1844-1900)
Este filósofo alemán nació el 15 de Octubre de 1844, en Rocken, en el seno de una familia protestante. En 1849, murió su padre y la familia se trasladó a Naumburgo, donde hizo sus primeros estudios.
Realizó estudios
de filología clásica en Leipzig.
Recibió la influencia de Schopenhauer y Richard Wagner.
En 1869, fue nombrado
profesor extraordinario de en la Universidad de Basilea y en 1870 fue
nombrado catedrático de la misma universidad.
El conjunto de la filosofía de Nietzsche es una
crítica a los fundamentos de la cultura
occidental basada en una metafísica, una religión y una moral que han
suplantado e invertido los valores
vitales. Su
pensamiento se desarrolla en varias etapas: la primera de ellas
caracterizada por la interpretación
crítica de la cultura en su obra El
nacimiento de la tragedia.
En una segunda
etapa aparece marcado por intereses científicos
y se interesa por las ciencias
positivas como la física y la biología.
Nietzsche
cuestiona los valores de la metafísica, la religión y la moral basadas en la
inversión de los valores: el nihilismo
como negación de los valores, entre ellos el de verdad (el nihilismo es la declaración de que el
antiguo fundamento metafísico de los valores, el ser identificado con Dios, no es más que una fabulación
alrededor de la nada).
En Así habló Zaratustra formula sus tesis
acerca de la crítica a la cultura de
Occidente, la transmutación de los valores, la voluntad de poder, el eterno
retorno y el superhombre.
La muerte de
Dios representa el fin de la concepción idealista y de la metafísica
occidental; es la condición de la aparición del superhombre, éste asume la muerte de Dios pero no lo
sustituye por otros valores.
Obras: El
nacimiento de la tragedia; Consideraciones intempestivas; Así habló Zaratustra;
Más allá del bien y del mal; la Genealogía de la moral; Crepúsculo de los
ídolos, El Anticristo; Ecce homo; El gay saber; El libro del filósofo.
(Tomado de
Diccionario de Filosofía. Víctor Florian.
Editorial Panamericana. P. 326-327).
¨El espíritu del hombre sufre tres
transformaciones. Primero se convierte en camello, luego en león y por
último en niño. Así, desde la pesadez de quien acepta sobre sus hombros el
amargo resentimiento de la moralidad y la condición del esclavo que soporta
resignadamente su condición, el espíritu logra un sacudimiento violento
mediante el ejercicio de su voluntad. Niega y rechaza entonces el imperio de la
negación de la vida, la falsedad radical, el pretendido objetivismo del hombre
de ciencia y la decrepitud del ascetismo. El león quiere afirmar su vitalidad
por encima de cualquier otra consideración y aunque en el desierto se
enfrenta con un poderoso dragón que le impide el paso, y a su deseo le impone la
sacralidad de su deber, es más poderosa la vida que la muerte.
¿Quién es el gran dragón, al que el espíritu no quiere
seguir llamando señor ni dios? ¨Tú debes¨,
se llama el gran dragón. Pero el espíritu del león dice: ¨Yo quiero ¨.
(…) Pero esta
condición fiera tampoco es suficiente. Negarse
a la sumisión y a la obediencia ciega es gran avance, y la conquista de la
posibilidad de ser libre lo es más aún.
Pero no basta. Es preciso dar todavía
otro paso. Un paso luego del cual el espíritu
del hombre, que ha dejado en gracia de fiereza de ser sumiso, pasará del enfrentamiento a la construcción
genuina de nuevos valores. El león se hará finalmente niño y desde esa nueva condición,
desde su ¨santo decir sí ¨,
estará en condiciones de crear su
voluntad.
Pues sólo desde
la construcción verdadera de su voluntad, el espíritu podrá ser digno de sí
mismo.
¨ (Rafael
Méndez. Clásicos del pensamiento universal resumidos. Intermedio. Bogotá, 2000)
La filosofía de Nietzsche:
“En la filosofía de
Nietzsche resuena una llamada a vivir a
la luz de lo que el ser humano cree y siente sinceramente, abandonando la
seguridad de los valores de un mundo trascendente edificado sobre la religión y
asumiendo la vida como una experiencia trágica, como una lucha donde emana la única fuente de valor.
El ser humano se
convierte así en ley para sí mismo, en el creador de sus propios valores, en el
superhombre que vive plenamente, desinhibido, ilimitado y libre.
Crítica a la moral:
La crítica a la
moral se dirige a la moral cristiana, que Nietzsche ve como una moral decadente, fruto del
resentimiento. Pero es en Grecia donde se produce primero el cambio de los valores que da lugar a la moral cristiana.
En un momento en
que las circunstancias históricas distinguen entre pueblos dominadores y
dominados, la virtud era equivalente a la fuerza, y el hombre bueno era el
nobel, el aristócrata, el poderoso. Por oposición, el malo era débil, cobarde, el
hombre vulgar y despreciable. Pero cuando la sabiduría se convierte en la
virtud por excelencia se produce la inversión de los valores. La moral se hace
débil y su pretensión de universalidad la vacía de contenido: a fuerza de pretender ser una moral para todos
se convierte en una moral para nadie.
La moral de Señores: es la
moral activa, originaria, que implanta los valores. El señor se ve a sí mismo
como creador de sus valores. Vive de modo autónomo, encontrando la felicidad en
sí mismo y despreciando la aprobación de los demás. Solo los señores buscan su
voluntad de poder por encima de todo, sin esperar una compensación más allá de
la única vida, la vida terrenal.
La moral de esclavos: es
pasiva, no crea los valores, sino que los encuentra ante sí. El esclavo es
débil y cobarde. Siente resentimiento hacia el poderoso y proclama los valores
que le hacen la vida más soportable: la compasión, la paciencia, la humildad.
La oral del esclavo es gregaria y utilitarista, sus valores morales son
expresión de las necesidades del rebaño.
La muerte de
Dios en Nietzsche, significa una crítica
radical de la religión, la moral y la metafísica, pilares sobre los que se ha
erigido la civilización occidental. Nietzsche, según este concepto, aleja al
hombre del mundo trascendente y sobrenatural y lo centra en este mundo, el
único mundo real.
La muerte de Dios ha precipitado al hombre al
nihilismo, dejándolo sin valores, en la nada. Es el reino del último hombre que
vive el final de una civilización.
La superación
del nihilismo y la creación de nuevos valores que den sentido a la vida
necesitan una transvaloración de los valores antiguos. Esta tarea de
creación es propia de la voluntad de
poder que dará lugar a un nuevo tipo de
hombre: el superhombre, en el que se manifestará su poder creativo y la
superación de sí mismo: el hombre es algo que debe ser superado, el hombre es
un puente y no un fin.”
En el eterno retorno nietzscheano, es un volver de nuevo a su propio yo para vivir una vida idéntica,
en sus más importantes y en sus más nimios acontecimientos.”
(Tomado de Pensamiento filosófico 2. Santillana)
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