Objetivo: Reflexionar acerca de los supuestos teóricos
del positivismo, exaltando su gran importancia y transcendencia en el
conocimiento científico.
EL
POSITIVISMO
Consiste
en no admitir como válidos científicamente otros conocimientos, sino los que
proceden de la experiencia, rechazando,
por tanto, toda noción a priori y todo concepto universal y absoluto. El hecho es la única realidad
científica, y la experiencia y la inducción,
los métodos exclusivos de la ciencia.
Por su lado negativo, el positivismo es negación de todo ideal, de los principios absolutos y necesarios de la razón, es
decir, de la metafísica.
Afirmaba que
del estudio empírico del proceso histórico, en especial de la progresión de
diversas ciencias interrelacionadas, se desprendía una ley que denominó de los tres estadios y que rige el desarrollo de la humanidad.
Analizó estos estadios en su voluminosa obra Curso de filosofía positiva (6 vols., 1830-1842). Dada
la naturaleza de la mente humana, decía, cada una de las
ciencias o ramas del saber debe pasar por "tres
estadios teoréticos diferentes: el teológico o estadio ficticio; el metafísico
o estadio abstracto; y por último, el científico o positivo". En el
estadio teológico los acontecimientos se explican de un modo muy elemental
apelando a la voluntad de los dioses o de un dios. En el estadio metafísico los
fenómenos se explican invocando categorías filosóficas abstractas. El último
estadio de esta evolución, el científico o positivo, se empeña en explicar
todos los hechos mediante la aclaración material de las causas. Toda la atención debe centrarse en averiguar cómo se producen
los fenómenos con la intención de llegar a generalizaciones sujetas a su vez a
verificaciones observacionales y comprobables. La obra de Comte es considerada
como la expresión clásica de la actitud positivista, es decir, la actitud de
quien afirma que tan sólo las ciencias
empíricas son la adecuada fuente de conocimiento.
O estado
abstracto, es esencialmente crítico, y de transición, Es una etapa intermedia
entre el estado teológico y el positivo. En él se siguen
buscando los conocimientos absolutos. La metafísica intenta explicar la
naturaleza de los seres, su esencia, sus causas. Pero para ello no recurren a
agentes sobrenaturales, sino a entidades abstractas que le confieren su nombre
de ontología. Las ideas de principio, causa, sustancia, esencia,
designan algo distinto de las cosas, si bien inherente a ellas, más próximo a
ellas; la mente que se lanzaba tras lo lejano, se va acercando paso a paso a
las cosas, y así como en el estado anterior que los poderes se resumían en el
concepto de Dios, aquí es la naturaleza,
la gran entidad general que lo sustituye; pero esta unidad es más débil, tanto
mental como socialmente, y el carácter del estado metafísico, es sobre todo crítico y
negativo, de preparación del paso al estado positivo; una especie de crisis
de pubertad en el espíritu humano, antes de llegar a la adultez.
(Tomado de
www.monografias.com)
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