Vistas de página en total

domingo, 16 de febrero de 2014

MITO DE LA CAVERNA (PLATÓN)



GNOSEOLOGÍA O TEORÍA DEL CONOCIMIENTO

Introducción: se hace importante para el inicio de esta lección, comentar el mito platónico de la caverna, el cual nos acerca a una visión muy propia, acerca de la forma planteada de la adquisición del conocimiento humano.

Para el efecto, nos basaremos en el texto LOS MITOS PLATÓNICOS de Geneviève Droz.

LA ALEGORÍA DE LA CAVERNA

(La República VII. Platón)

Después de eso –proseguí- compara nuestra naturaleza  respecto de su educación y su falta de educación con una experiencia como ésta. Represéntate hombres en una morada subterránea en forma de caverna, que tiene la entrada abierta, en toda su extensión, a la luz. En ella están desde niños con las piernas y el cuello encadenados, de modo que deben permanecer allí y mirar sólo delante de ellos, porque las cadenas les impiden girar en derredor la cabeza. Más arriba y más lejos se halla la luz de un fuego que brilla detrás de ellos; y entre el fuego y los prisioneros hay un camino más alto, junto al cual imagínate un tabique construido de lado a lado, como el biombo que los titiriteros levantan delante del público para  mostrar, por encima del biombo, los muñecos.

-Me lo imagino-.

-Imagínate ahora que, del otro lado del tabique, pasan sombras que llevan toda clase de utensilios y figurillas de hombres y otros animales, hechos en piedra y madera y de diversas clases; y entre los que pasa unos hablan y otros callan.

-Extraña comparación haces, y extraños son esos prisioneros.

-Pero son como nosotros. Pues en primer lugar, ¿crees que han visto de sí mismos, o unos de los otros, otra cosa que las sombras proyectadas  por el fuego en la parte de la caverna que tienen frente a sí?

-Claro que no, si toda su vida están forzados a no mover las cabezas.

-¿Y no sucede lo mismo con los objetos  que llevan los que pasan del otro lado del tabique?

Indudablemente.

-Pues entonces si dialogan entre sí, ¿no te parece que entenderían estar nombrando los objetos que pasan y que ellos ven?

-Necesariamente.

-Y si la prisión contara con un eco desde la pared que tienen frente a sí, y alguno de los que pasan del otro lado del tabique hablara, ¿no piensas que lo que  oyen proviene de la sombra  que pasa delante de ellos? – ¡Por Zeus que sí!

- ¿ Y que los prisioneros no tendrían por real otra cosa que las sombras de los objetos artificiales transportados?

- Es de total necesidad.

- Examina ahora el caso de una liberación de sus cadenas y de una curación de su ignorancia, qué pasaría si  naturalmente les ocurriese esto: que uno de ellos fuera liberado y forzado a levantarse de repente, volver el cuello y marchar mirando a la luz y, al hacer todo esto, sufriera y a causa del encandilamiento fuera incapaz  de percibir aquellas cosas cuyas sombras había visto antes. ¿Qué piensas que respondería si se le dijese que lo que había visto antes eran fruslerías y que ahora, en cambio,  está más próximo a  lo real, vuelto hacia cosas más reales y que mira correctamente? Y si se le mostrara cada uno de los objetos que pasan del otro lado del  tabique y se le obligara a contestar preguntas  sobre lo que  son, ¿ no piensas que se sentiría en dificultades y que considerará que las cosa que antes veía eran más verdaderas que las que se le muestran ahora?

- Mucho más verdaderas.

- Y si se le forzara  a mirar hacia la luz misma, ¿no le dolerían los ojos y trataría de eludirla, volviéndose hacia aquellas cosas que podía percibir, por considerar que éstas son realmente más claras que las que se le muestran?

-Así es-

- Y si a la fuerza se lo arrastrara por una escarpada y empinada cuesta, sin soltarlo antes de llegar hasta la luz del sol, ¿no sufriría acaso y se irritaría por ser arrastrado y, tras llegar a la luz, tendría los ojos llenos de fulgores que le impedirían ver uno solo de los objetos que ahora decimos que son los verdaderos?

-Por cierto, al menos inmediatamente.

Necesitaría acostumbrarse, para poder llegar a mirar las cosas de arriba. En primer lugar miraría con mayor facilidad las sombras. Y después las  figuras de los hombres y de los otros objetos reflejados en el agua, luego los hombres y los objetos mismos. A continuación contemplaría de noche  lo que hay en el cielo y el cielo mismo, mirando la luz de los astros y La Luna más fácilmente que, durante el día, el Sol y la luz del Sol.

-Sin duda.

- Finalmente, pienso, podría percibir el Sol, no ya en imágenes en el agua o en otros lugares que le son extraños, sino contemplarlo cómo es en sí y por sí, en su propio ámbito.

- Necesariamente.

- Después de lo cual concluiría, con respecto al Sol, que es lo que produce las estaciones y los años y que gobierna todo en el ámbito visible y que de algún modo es causa de las cosas que ellos habían visto.

- Es evidente que, después de todo esto, arribaría a tales conclusiones.

-Y si se acordara de su primera morada, del tipo de sabiduría existente allí y de sus entonces compañeros de cautiverio, ¿no piensas  que se sentiría feliz del cambio y que los compadecería?

-Por cierto.

-Respecto a los honores y elogios que se tributaban unos a otros y de las recompensas para aquel que con mayor agudeza divisara las sombras de los objetos que pasaban detrás del tabique, y para el que mejor se acordase  de cuáles habían desfilado habitualmente antes y cuáles después y para aquel de ellos que fuese capaz de adivinar lo que iba a pasar, ¿te parece que estaría deseoso de todo eso y que envidiaría a los más honrados y poderosos entre aquellos? ¿O más bien no le pasaría como al Aquiles de Homero, y preferiría ser un labrador que fuera siervo de un hombre pobre o soportar cualquier otra cosa, antes que volver a su anterior modo de opinar y  a aquella vida?

- Así creo también yo, que padecería cualquier cosa antes que soportar aquella vida.

-Piensa ahora esto: si descendiera nuevamente y ocupara su propio asiento, ¿no tendría ofuscados los ojos por las tinieblas, al llegar repentinamente del Sol?

- Sin duda.

- Y si tuviera que discriminar de nuevo  aquellas sombras, en ardua competencia con aquellos que han conservado en todo  momento las cadenas, y viera confusamente hasta que sus ojos se reacomodaran a ese estado y se acostumbraran en un tiempo nada breve, ¿no se expondría al ridículo y a que se dijera de él que, por haber subido hasta lo alto, se había estropeado los ojos y que ni siquiera valdría la pena intentar marchar hacia arriba? Y si intentase desatarlos y conducirlos hacia la luz, ¿no lo matarían, si pudieran tenerlo en sus manos y matarlo?

- Seguramente.

(…)

-Por cierto que es una tarea de nosotros, los fundadores de este Estado, la de obligar a los hombres de naturaleza mejor dotada a emprender el estudio que hemos dicho antes que era el supremo, contemplar el Bien y llevar a cabo aquel ascenso y, tras haber ascendido y contemplado suficientemente, no permitirles lo que ahora se les permite.

-A qué te refieres?

-Quedarse allí y no estar dispuestos a descender junto a aquellos prisioneros, ni participar en sus trabajos y recompensas, sean éstas insignificantes o valiosas.
Haz click aquí

EL MITO DE LA CAVERNA


ACTIVIDAD: En un trabajo escrito, hojas de block, relacione los siguientes aspectos:

1.       Las cadenas, la oscuridad con la ignorancia.

2.       La decisión política o decisión personal, de permanecer “como encadenados” en la ignorancia.

3.       El esfuerzo, el sacrificio, la decisión personal, para así combatir, luchar contra la “comodidad” de que todo me sea dado; de que otros u otros “piensen” por mí.

4.       El papel de la realidad del ser humano y su posibilidad de ser “moldeable”. ¿Por quién? (De acuerdo a lo sugerido por el texto).

5.       El papel del sabio, del filósofo o educador, como guía u orientador de hombres.
 
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario